La filosofía de Louis Althusser

Por José Romero

5. Definición de filosofía.

5.4 Nacimiento y desarrollo de la filosofía.

Hay pues en filosofía dos tendencias: una tendencia idealista y otra materialista. Ahora bien, ¿por qué surgió la filosofía?, ¿cuáles fueron las condiciones de su nacimiento?

Según Althusser, para que la filosofía naciera, fueron necesarias dos condiciones: la existencia del Estado y la existencia de al menos una ciencia.

Dado que la filosofía es un combate teórico entre ideas que representan a clases antagonistas, la lucha de clases debe existir para que haya filosofía. Y dado que en todas las sociedades en que existe la lucha de clases existe el Estado, la filosofía sólo puede existir en las sociedades con Estado, teniendo en cuenta que la filosofía forma parte de la lucha de clases ideológica que se da en los Aparatos Ideológicos de Estado. Ahora bien, para que exista la filosofía, también debe existir al menos una ciencia, ¿por qué?

La filosofía nace con Platón (427-347 a. C) en la Antigua Grecia, entre los siglos V y IV antes de nuestra era, como consecuencia de la fundación de la ciencia de la geometría por Tales de Mileto. La Antigua Grecia de Platón era una sociedad basada en el modo de producción esclavista, en la que la aparición de la geometría supuso una conmoción para el orden social. La geometría surgió como un modo de obtener conocimientos objetivos (en los que todo el mundo estuviera de acuerdo), a partir de razonamientos sobre objetos abstractos o "puros" (no sometidos a cambios), que resolvían problemas prácticos (la geometría surgió para resolver problemas prácticos sobre medida de grandes distancias).

Muy pronto, el poder de convicción del método geométrico, que proporcionaba conocimientos verdaderos irrefutables, puso en cuestión a la religión como forma de conocimiento, y por tanto, como ideología; dado que ésta, no podía (al estar basada en mitos y supersticiones) "someter" al método geométrico a su orden, del mismo modo que sí sometía el resto de las prácticas (el trabajo, la moral, el nacimiento, el sexo, el miedo a la muerte...), mediante ritos. Y dado que la religión era la ideología que justificaba el orden esclavista, la aparición del método geométrico entró en contradicción con todo el orden social.

Es por ello, que las clases dominantes (poseedoras de esclavos), de las que Platón formaba parte, se plantearon el problema de "someter" a la geometría al orden de la religión para salvaguardar el orden ideológico dominante. Y la solución a ese problema, fue la filosofía de Platón.

Platón no podía suprimir el método geométrico dado su prestigio, ni podía refutarlo, dado que para ello necesitaba usar la razón, o sea, el propio método geométrico, que era lo que quería someter a la religión. La solución que encontró fue la de fundar una nueva disciplina teórica, la Filosofía, que se presentaba a sí misma como la "Ciencia del Todo", o la "Ciencia de las ciencias" capaz de enunciar la "Verdad" de todas las prácticas, presentando sus enunciados en forma de razonamientos sobre objetos "abstractos" o "puros", a imitación de la geometría, con el fin de subordinar a ésta al orden ideológico dominante. De ese modo, en lugar de someter a la ciencia (geometría) directamente a la religión como ideología dominante, la sometió a la filosofía como representante ficticiamente racional de la religión y sus valores morales. Para ello, Platón "inventó" un conjunto de categorías filosóficas, tales como la "Idea de Bien" y "Alma" que son ficciones sin referencia empírica, lo que las distingue de las formas geométricas.

¿Qué hizo Platón? Concibió el proyecto "inaudito" de restaurar la unidad de las ideas dominantes afectadas por el advenimiento de las matemáticas. No combatiendo las matemáticas en nombre de la religión, no refutando sus resultados ni sus métodos, sino, muy por el contrario, reconociendo su existencia y validez y tomándoles prestado lo que las matemáticas tenían de nuevo: la idea de objetos puros a los cuales uno puede aplicarles un razonamiento puro. Esta es la razón por la que hizo inscribir en el frontispicio de su escuela la célebre frase: "No entre aquí quien no sepa Geometría". Pero el mismo Platón, que parecía meterse así en la escuela de las matemáticas, sólo realizaba esta operación para introducir la matemática en la escuela de su filosofía. No colocaba la matemática en el primer nivel de jerarquía, sino en el segundo... ¡detrás de la filosofía misma! Por esa vía conseguía dominar las matemáticas sometiéndolas a su filosofía y haciéndolas entrar así en el rango y el orden, es decir, en el orden de los valores morales y políticos que por un momento habían amenazado o podían amenazar. Por esa vía, conjuraba la amenaza que el descubrimiento de las matemáticas hacía pender sobre las ideas dominantes.
(Iniciación a la filosofía para los no-filósofos, 1975)

Ahora bien, del mismo modo que el descubrimiento de la geometría entró en contradicción con la ideología esclavista dominante, a partir de Platón, cada nuevo descubrimiento científico, ha ido entrando en contradicción con la ideología dominante, es decir, con la filosofía dominante, lo que ha ido dando lugar a nuevas teorías filosóficas cuyo fin ha sido hacer compatible la ideología de la clase dominante con el nuevo descubrimiento científico.

Es por ello, por lo que cuando un nuevo descubrimiento científico entra en contradicción con la teoría filosófica dominante, se produce una "revolución filosófica" con el fin de volver a intentar reconciliar la religión (o la forma en la que se dé la ideología dominante) con el nuevo descubrimiento científico. Así, el descubrimiento del principio de inercia que inauguró la Física científica de Galileo, al refutar el motor inmóvil de Aristóteles, dio lugar a la Filosofía Moderna de Descartes y Leibniz como nueva forma de reconciliación de ciencia y religión. Por su parte, el descubrimiento por Newton de la acción a distancia, que refutaba la idea de un Dios que pone el mundo en marcha, dio lugar a la filosofía de Kant, que al dividir la realidad entre fenómeno y noúmeno separa los ámbitos de acción de la ciencia y de la religión, con el fin de salvarguardar la existencia de Dios.

Finalmente, los nuevos descubrimientos científicos (física relativista y cuántica), al entrar en contradicción con la filosofía de Kant, dieron lugar a las filosofías positivistas y neo-positivistas (Wittgensten, Russell, Popper...) que, ya no pueden salvaguardar la existencia de Dios, pero "salvan" la existencia del hombre como "sujeto" de la Historia.

La forma en la cual la filosofía idealista somete a la práctica científica y a todas las prácticas a la ideología dominante, es presentándose a sí misma como la "Ciencia del Todo", inscribiendo esa totalidad entre un Origen y un Sentido que lleva a un Fin.

De ese modo, las filosofías idealistas están fundadas o bien en Dios, o bien en una esencia humana como sujeto de la historia a las que postulan como origen o causa última de la realidad natural y social, más allá de las cuales nada puede ser investigado ni conocido.

Y, como siempre ocurre con la filosofía idealista, del dicho al hecho hay poco trecho, puesto que la respuesta está siempre en la pregunta. El filósofo va pues a reafirmar una vez más la verdad alcanzada, pero dándole una jerarquía superior, no ya la jerarquía personal y empírica (podéis creerme porque yo lo digo, además lo estoy demostrando), sino una condición universal y absoluta. De modo que "producirá", es decir, en el sentido etimológico del camarero de la cafetería de Sartre, presentará ante nosotros, sobre una bandeja, la Verdad superior que le es indispensable para fundar todo lo que ha "demostrado" hasta aquí. Esta Verdad es pues, el Origen absoluto, radical, la verdad más allá de la cual no se puede avanzar (...). Esta verdad absoluta es al mismo tiempo el Principio absoluto, el más antiguo en el tiempo (antes de él no había ningún tiempo) y del que dependerán todas las consecuencias, pero él no depende de nada (...), el filósofo ha encontrado en ese mismo movimiento el fin último, los fines últimos, la destinación del Ser, el "destino" del Ser (y no de los entes: Heidegger) y que, si quiere inscribir el origen radical en su ecuación, como razón última de todo lo que existe y garantía de la garantía, debe también, al mismo tiempo, inscribir en su ecuación la razón última, el fin último de todo ese proceso. Y debe, al mismo tiempo, constatar algo muy sencillo pues es tautológico: que el Fin último y radical de las cosas es idéntico al Origen primero y radical de las cosas, que, por ende, el fin y el origen se mantienen en una posición de espejo, en la que uno reenvía al otro su propia imagen y viceversa, en la que uno es la verdad del otro y viceversa.
(Ser marxista en filosofía, 1976)

Pero dado que todo descubrimiento científico sólo es posible en una determinada coyuntura política de relación de fuerzas entre clases antagonistas, son los acontecimientos políticos los que marcan la evolución de la filosofía.

Un acontecimiento científico, como el descubrimiento de las matemáticas en los siglos VI y V a.C. en Grecia, puede surgir de pronto en la unidad contradictoria existente en aquel momento entre las prácticas y las ideologías y producir allí un desorden que hay que reparar a cualquier precio, como tan bien hizo Platón; pero también se registraba entonces la decadencia (democrática) de la ciudad que Platón, político, quería reformar. Otro acontecimiento científico como el descubrimiento de la física galileana o el descubrimiento de la atracción universal puede desgarrar el tejido ideológico reinante y provocar la reacción filosófica de un Descartes o un Kant. Pero, en general, no son los acontecimientos científicos los que cumplen el papel principal en las grandes transformaciones ideológicas, sino, sobre todo, los acontecimientos sociales y políticos, que reorganizan las relaciones de producción y las relaciones políticas, arrastrando con ellas las relaciones ideológicas. Es necesario responder a estas gigantescas mutaciones que se dan en la ideología. La filosofía interviene entonces para reordenar su antiguo dispositivo y hacer frente a las conmociones así provocadas.
(Iniciación a la filosofía para los no-filósofos, 1975)

Dado que una filosofía representa los intereses ideológicos de una clase social, toda filosofía hará progresar o retroceder a las ciencias en función del interés de clase que defienda. Cuando la burguesía luchaba contra la nobleza feudal por el poder del Estado, necesitaba liberar la práctica científica de la metafísica aristotélica-tomista, dado que la burguesía basaba su poder en el desarrollo tecnológico. Con ese fin surgió la Filosofía Moderna. Cuando la burguesía ya había tomado el poder del Estado y adaptado sus Aparatos a sus necesidades, surgieron el movimiento obrero y el marxismo como ciencia de la Historia. La filosofía burguesa reaccionó, y aparecieron las filosofías positivistas y neo-positivistas (el atomismo lógico) de Wittgenstein Russell, Popper, etc., abiertamente burguesas, cuyo fin era justificar la exclusión de la Historia del ámbito de la práctica científica, obstaculizando el desarrollo del marxismo.

Frente a la corriente idealista de la Filosofía, existió, paralelamente, otra forma de hacer Filosofía, la filosofía materialista. Los filósofos materialistas, comprometidos en mayor o menor medida con las rebeliones de los explotados, elaboraron también teorías filosóficas cuyo fin era combatir a las filosofías idealistas, favoreciendo el desarrollo de las ciencias. Epicuro, Demócrito, Maquiavelo, Spinoza, Marx, Engels, Derrida, etc., son ejemplos de filósofos materialistas.

Althusser resumió en cinco las tesis fundamentales de las filosofías materialistas:

  • 1) La primacía de la práctica sobre la teoría,
  • 2) La primacía de la materia sobre la conciencia
  • 3) La primacía del objeto real sobre el objeto de conocimiento
  • 4) La primacía del conocimiento absoluto sobre el conocimiento relativo.
  • 5) La primacía de la contingencia sobre la necesidad.