Por José Romero
5. Definición de filosofía.
5.3 Ciencia y filosofía. La filosofía como debate.
Para Althusser, la filosofía no es una ciencia porque su labor no es producir conocimientos de un objeto exterior a la conciencia; sino un debate teórico en el que se oponen ideas que sobre las distintas prácticas sociales, (fundamentalmente la práctica científica) sirven a los intereses de clases antagonistas.
Dado que la filosofía es un debate teórico, sus enunciados se exponen en forma de "tesis". Dado que éstas no son conocimientos de un objeto, sino posiciones en un debate en el que están en juego relaciones de poder entre clases, las tesis filosóficas no pueden calificarse de "verdaderas" o "falsas", como los enunciados de las ciencias, sino de "justas" (en el sentido de correctas) o "no justas" (en el sentido de incorrectas). Así, una tesis es "justa" o "correcta", cuando sus efectos prácticos benefician a la clase social a la que representa.
Por otra parte, las ciencias generan, en su teoría, sus propios criterios de validez teórica, de manera que la veracidad o falsedad de un enunciado científico puede decidirse en el interior de la propia práctica científica.
En contraste, la justeza o corrección de una tesis filosófica no puede decidirse en el interior de la práctica teórica filosófica, sino en la práctica de la lucha de clases, que es en dónde se prueba la corrección o incorrección de una tesis filosófica.
La filosofía no es pues, una ciencia, sino un debate en el que existen dos bandos o tendencias. Una tendencia idealista y una tendencia materialista.
Las filosofías idealistas se llaman así porque dan primacía a las ideas sobre las prácticas, de manera que, en función de una teoría preconcebida, prescriben a los individuos determinados comportamientos en beneficio de las clases dominantes. Platón, Aristóteles, Sto. Tomás, Kant y Hegel, son ejemplos de filósofos idealistas.
Las filosofías materialistas, consisten, por el contrario, en dar primacía a las prácticas materiales, frente a la teoría. Es decir, en estudiar las distintas prácticas, con el fin de liberar su potencial, sin someterlas a los intereses de la clase que detentan los medios de producción y el poder del Estado. Demócrito, Maquiavelo, Spinoza, Marx, Engels y Freud serían ejemplos de filósofos materialistas.
Todo ello teniendo en cuenta que no existe una línea definida de demarcación entre el materialismo y el idealismo, sino que toda filosofía contiene tesis materialistas e idealistas, y que su carácter materialista o idealista se determina por el dominio de un tipo de tesis sobre las otras. Es decir que toda filosofía materialista contiene tesis idealistas, aunque de forma subordinada a sus tesis materialistas y viceversa.