La Ética parte pues, de Dios. Pero ¿qué es Dios? Spinoza lo define al igual que Descartes como "sustancia" simple, es decir, como aquello cuyo concepto no necesita del concepto de otra cosa, obteniendo la siguiente caracterización:
1. Dios es una sustancia
Por sustancia entiendo aquello que es concebido en sí mismo y por sí mismo, esto es, aquello cuyo concepto para formarse no requiere del concepto de otra cosa
(Ética demostrada según el orden geométrico. Parte I, Def 3)
Dios es por consiguiente, una sustancia, dado que su concepto no es el resultado de la composición de otros conceptos, sino que se nos presenta como “simple”.
2. Dios existe y es infinito
Spinoza usa una versión del argumento ontológico: Dios existe porque el entendimiento concibe su esencia como existente.
Si una cosa puede concebirse como no existente, su esencia no implica existencia
(Ética demostrada según el orden geométrico. Parte I, Axioma 7)
Por Dios entiendo un ser absolutamente infinito, esto es, una sustancia que consiste en infinitos atributos, cada uno de los cuales expresa su eterna e infinita esencia.
(Ética demostrada según el orden geométrico. Parte I, Def.6)
Dios, o sustancia que consiste en infinitos atributos, cada uno de los cuales expresa su eterna e infinita esencia, existe necesariamente.
Si niegas esto, concibe, si puedes, que Dios no existe, por tanto (por el Axioma 7), su esencia no implica existencia. Pero esto es absurdo, por tanto, Dios existe necesariamente
(Ética demostrada según el orden geométrico. Parte I, Prop 11)
El argumento ontológico puede parecer débil, en el sentido de que podemos pensar que el mero hecho de concebir una idea, no implica la existencia de aquello a lo que hace referencia esa idea, de modo que si concibo la idea de, por ejemplo, un centauro, ello no implica que los centauros existan. Sin embargo, si concibo un centauro, la esencia de su idea, no implica su existencia porque puedo concebirlo como no existente (como en el caso de un caballo, un triángulo, etc., a los que se puede concebir como no existentes). Incluso en el caso de un alma o mente humana, se la puede concebir como no existente. No así en el caso de Dios, al que si se le concibe, no puede concebirse como no existente.
3. Dios, en cuanto sustancia, es causa de sí mismo
Puesto que el concepto de Dios no requiere de otro concepto, su existencia no requiere más que de sí mismo, y por tanto es causa de sí mismo
Por causa de sí mismo entiendo aquello cuya esencia implica su existencia, o aquello cuya naturaleza sólo puede concebirse como existente
(Ética demostrada según el orden geométrico. Parte I, Def 1)
4. No existe otra sustancia distinta de Dios
No puede haber dos sustancias, dado que si existieran, se distinguirían por sus atributos
Por atributo entiendo aquello que el intelecto percibe de una sustancia como constitutivo de su esencia
(Ética demostrada según el orden geométrico. Parte I, Def 4)
Proposición 8
Toda sustancia existe necesariamente.
Demostración: No puede haber más de una sustancia que tenga el mismo atributo (p.5), y la existencia pertenece a la naturaleza de la sustancia (p.7). Debe por consiguiente existir, bien como finita, bien como infinita. Pero no puede existir como finita, porque (def 2) sería limitada por otra sustancia de la misma naturaleza, y esa sustancia tendría que existir (p.7). Y así existirían dos sustancias con el mismo atributo, lo que es absurdo (p 7). Por tanto, existe como infinita.
(Ética demostrada según el orden geométrico. Parte I, Prop 8)
5. Dios y la Naturaleza son una y la misma sustancia
No puede una cosa ser causa de otra, si entre sí nada tienen en común.
Demostración: Si nada común tienen una con otra, entonces ( por el Axioma 5) no pueden entenderse una por otra, y, por tanto ( por el Axioma 4), una no puede ser causa de la otra. Q.E.D.
(Ética demostrada según el orden geométrico. Parte I, Prop 3)
Una substancia no puede ser producida por otra substancia.
Demostración: En la naturaleza no puede haber dos substancias con el mismo atributo (por la proposición 5), esto es (por la proposición 2), no puede haber dos substancias que tengan algo de común entre sí. De manera que (por la proposición 3) una no puede ser causa de la otra, o sea, no puede ser producida por la otra. Q.E.D.
(Ética demostrada según el orden geométrico. Parte I, Prop 6)
No puede haber dos sustancias en la Naturaleza, dado que si las hubiera, se distinguirían por sus atributos (cualidades) o afecciones, o sea, que sólo podría haber dos sustancias, A y B, si los atributos de A, fueran distintos de los de B, pero por definición los atributos o cualidades no pueden ser anteriores a la sustancia, es decir, un atributo y todas sus afecciones requieren de una sustancia para existir (si no fuera así, atributo y sustancia serían lo mismo), por lo que no pueden existir dos o más atributos en dos sustancias distintas, por lo que no puede haber más que una sustancia.
Puesto que sólo puede haber una sustancia, y por tanto, una sustancia no puede ser causa de otra, Dios no es causa de la Naturaleza sino que Dios y la Naturaleza son una y la misma cosa, y abarcan totalidad de lo real, tanto como causa, o conjunto de leyes generales (lo que llamó "Naturaleza naturante"), que como efecto de sí mismo, o conjunto de realidades particulares ("Naturaleza naturada").
Es así como el concepto de Dios de Spinoza es radicalmente distinto del que tiene la religión judeo-cristiana. Mientras para ésta, Dios es un ser personal, dotado de voluntad y poder, para Spinoza, Dios es un ser impersonal, identificable con la Naturaleza, esto es, con la totalidad de la realidad.
Atributos, modos y afecciones.
Dios es una unidad, pero no una unidad homogénea e indiferenciada, sino diferenciada, en la que pueden distinguirse "atributos" o cualidades, entendidos como los constituyentes de su esencia que se distinguen cualitativamente entre sí. Dichos atributos serían infinitos en número (dado que Dios es infinito), pero nosotros sólo conocemos dos: el pensamiento y la extensión.
A su vez, la extensión y el pensamiento se dan en forma diferenciada, en lo que se llaman "modos", que se definen como:
Por modo entiendo las afecciones de una substancia, o sea, aquello que es en otra cosa, por medio de la cual es también concebido
(Ética demostrada según el orden geométrico. Parte I, Def 5)
Así, un cuerpo (de una persona, un árbol, una piedra, etc.) es un "modo" de la extensión, esto es, una “porción” o "modificación" de la misma.
De esa manera, todo ser, al estar en Dios, estaría constituido por modos de todos los atributos que constituyen a Dios, y en particular por extensión y pensamiento. En particular, un ser humano constaría de un modo del atributo de la extensión, que sería su cuerpo, y de un modo del atributo del pensamiento, que sería su mente.
Spinoza define a la mente como la idea del cuerpo, y al cuerpo como el objeto de la idea de la mente.
Esto es así en todas las cosas, es decir, todas las cosas tienen cuerpo en cuanto modo de la extensión y también la idea de su cuerpo, como modo de pensamiento. En el ser humano, el cuerpo y la mente serían respectivamente los modos de extensión y pensamiento en que están constituidos. La idea de un cuerpo, es tanto más compleja cuanto más complejo es el cuerpo de que es idea, por ello, a la complejidad del cuerpo humano le corresponde una mente consciente de sí misma, esto es, una idea capaz de albergar otras ideas.
A su vez, por último, los cuerpos estarían afectados por "afecciones", que serían "modificaciones" producidas por cuerpos exteriores, que llevan a estos a una mayor o menor perfección. Por ello, cuando los cuerpos se "componen" aumentan su perfección al aumentar su capacidad de preservarse (un cuerpo se "compone" con su alimento de modo que sigue existiendo) o bien disminuyen su perfección al disminuir su capacidad de preservarse cuando se descomponen (un cuerpo se "descompone" cuando ingiere un veneno, por ejemplo).
Y como veremos, la mente estaría modificada por afectos, que producen alegría (cuando aumenta su potencia de preservarse) o tristeza (cuando la disminuye).
La mente humana no es pues “un imperio dentro de otro imperio”, es decir, una realidad independiente de la naturaleza con sus propias leyes, sino que forma parte de ésta y sigue sus leyes. Del mismo modo que el cuerpo humano está sometido las leyes de la materia (o extensión), la mente humana está sometida a las leyes del pensamiento en cuanto atributo de la Naturaleza, de manera que no es el “sujeto” del pensamiento, sino que el pensamiento, en cuanto cualidad de Dios, le precede.
De esa manera, la estructura de la realidad estaría configurada de la siguiente manera:
REALiDAD o SUSTANCIA |
ATRIBUTOS |
MODOS |
AFECTOS |
DIOS o la NATURALEZA |
EXTENSIÓN |
CUERPOS |
COMPOSICIÓN, DESCOMPOSICIÓN |
PENSAMIENTO |
MENTES |
ALEGRÍA, TRISTEZA, ETC. |
OTROS |
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