Por José Romero
Biografía
Baruch de Spinoza nació el 24 de noviembre de 1632 en Amsterdam, (Provincias Unidas de los Países Bajos). Provenía de una familia judía emigrada primero de España a Portugal y luego a Amsterdam, como consecuencia de las persecuciones que los judíos sufrieron a lo largo de los siglos XV y XVI en la península ibérica. La Holanda del siglo XVII, era el país europeo con mayor libertad política del momento, aunque no estaba exento de conflictos, y es por ello por lo que allí se refugiaban personas y grupos perseguidos por motivos políticos y religiosos, como era el caso de los judíos.
Spinoza era pues, un judío sefardí, es decir, judío procedente de la península ibérica. De hecho, el nombre originario de su familia era Espinosa (posiblemente porque procedía de alguna de las localidades castellanas cuyo topónimo comienza con “Espinosa”), que luego cambió a “Spinoza” para adaptarlo a la ortografía neerlandesa, y era conocido familiarmente con el nombre de Bento o Baruch, que significan Benito en portugués y hebreo respectivamente, aunque firmó sus obras con la forma latina Benedictus.
Parece ser que Spinoza hablaba castellano y portugués como lenguas maternas, y de niño aprendió neerlandés, así como posteriormente hebreo y latín, lengua ésta en la que escribió la mayor parte de su obra.
Su padre, Miguel, había nacido en la localidad portuguesa de Vidigueira, de donde había emigrado forzadamente, primero a Nantes y luego a Amsterdam. Era un comerciante acomodado que se dedicaba a la importación y exportación de frutas y especias. Se casó tres veces, primero con Raquel, con la que tuvo una hija, Rebeca, después con su prima Hanna Débora, con la que tuvo cuatro hijos (el segundo de ellos fue Baruch), y finalmente, tras la muerte de Hanna, se casó en terceras nupcias con Esther.
Durante su infancia y adolescencia, Baruch de Spinoza fue testigo de la muerte sucesiva de su madre Hanna Debora, (cuando él tenía 6 años), así como de dos de sus hermanos, Isaac y Miriam; y finalmente perdió a su padre Miguel y a su madrastra Esther poco antes de cumplir 22 años.
Estudió en la escuela hebrea de Amsterdam, la “Yeshiva”, en donde asistió a las clases de Saúl Leví Morteira, recibiendo educación en la Torá, el Talmud, teología, lengua hebrea, interpretación de la Biblia y comercio.
A los trece años, comenzó a trabajar en el negocio de su padre, pero no abandonó sus estudios, ni sus lecturas, sino que continuó su formación en la escuela del librero Franziskus van den Enden, ex-jesuita liberal y republicano. Allí se formó en latín, física, matemáticas y filosofía cartesiana. Posteriormente, estudió filosofía en la universidad de Leyden.
Tanto la relativa libertad política que se vivía en la Holanda de la época, como la diversidad de orígenes de los judíos allí inmigrados, propiciaron un ambiente cultural de controversia en el seno de la comunidad hebrea de Amsterdam, en la que eran frecuentes las excomuniones de quienes se atrevían a cuestionar la ortodoxia dogmática de los rabinos de la sinagoga desde un punto de vista racional. Los casos más célebres fueron los del portugués Uriel da Costa y la del médico andaluz Juan de Prado, ambos sefardíes de ideas materialistas que predicaban la mortalidad del alma y la falsedad de la verdad revelada en las Escrituras.
Spinoza, del mismo modo que ellos, realizó críticas públicas de las Escrituras desde una perspectiva de carácter racional y naturalista, de cuyo desarrollo procedería su filosofía posterior. Por ello, fue excomulgado de la sinagoga el 27 de julio de 1656, a los 23 años de edad.
Parece ser, sin embargo, que se le ofreció una pensión vitalicia con el fin de que mantuviera en privado sus discrepancias con el dogma judío, oferta que rechazó. Fue además objeto de un intento de asesinato, cuando un fanático quiso apuñalarle. La puñalada sólo afectó a su capa, que siempre guardó, y a la que cosió la inscripción “caute” (“ten cuidado”), con el fin de no olvidar el peligro de enfrentarse al fanatismo político y religioso. Algunas fuentes afirman que redactó un texto en castellano llamado “Apología para justificar la salida de la sinagoga”, en la que se reafirmó públicamente en su herejía. Dicho texto, sin embargo, si alguna vez existió, no se ha conservado
La excomunión ("herem" en hebreo) supuso una ruptura en la vida de Spinoza, debido a la exclusión social que significaba, dado que le fue prohibido dedicarse al comercio. Por ello, rompió con sus hermanos y abandonó el negocio familiar, se convirtió en artesano pulidor de lentes y se fue a vivir a Rijnsburg (una pequeña aldea a orillas del Rihn cercana a Leyden), en donde permaneció desde 1661 a 1663. Allí trabó contacto con la secta de los "colegiantes", compuesta por cristianos librepensadores partidarios de la separación entre el estado y la iglesia, y formó un nutrido círculo de amistades con comerciantes y profesionales que defendían ideas políticas y religiosas democráticas, como Simon de Vries, Pieter Ballig y Jarig Jelles, el médico Lodewijk Meyer y el que sería editor de sus obras, Jan Rieuwertsz, entre otros. Además, a consecuencia de su trabajo de tallador de lentes, se relacionó estrechamente con Christiaan Huygens, el padre de la óptica científica.
Fue a partir de esa época en la que Spinoza comienza a escribir su obra y toma partido en política por los republicanos liberales liderados por Johan de Witt y su hermano Cornelis, que representaban a la burguesía comercial y manufacturera, más proclives a constituir un estado democrático y tolerante, frente a los calvinistas monárquicos partidarios de la casa de Orange que defendían los intereses de la nobleza territorial y la represión de las ideas contrarias a la religión.
En 1657 comienza la redacción de su Tratado para la reforma del entendimiento (obra que no finalizó). Hacia 1661 redacta el Breve Tratado sobre Dios, el hombre y su felicidad, y comienza a escribir su principal obra, la Ética demostrada según el geométrico (obra que finalizará poco antes de morir, en 1675).
En 1663, como consecuencia de unas clases particulares que da a un estudiante de Teología, llamado Cesarius, y a petición de sus amigos, escribe los "Principios de la filosofía de Descartes", en donde expone el pensamiento de Descartes en forma geométrica y los Pensamientos Metafísicos, como apéndice a dicha obra.
En 1665, comienza a escribir el Tratado Teológico-Político, con el fin de defender la libertad de expresión y la separación de toda iglesia respecto al estado, en un momento en el que las hostilidades entre los republicanos liberales de Johan de Witt y los partidarios de la Casa de Orange se recrudecían. El libro aparece publicado en 1670, de forma anónima, con el fin de evitar persecuciones políticas, aunque sus enemigos le identificaron rápidamente como autor.
En 1663 se traslada a Voorburg y finalmente en 1670 a La Haya, en donde también escribe obras de interés científico, como un tratado sobre el arco iris. En 1672, tras el asesinato de los hermanos de Witt y la toma del poder por la casa de Orange, pierde la esperanza de un cambio político democrático en Holanda.
En 1673 el príncipe elector del Palatinado Carl Ludwig, le ofrece una cátedra en la Universidad de Heidelberg, que Spinoza declina con el fin de mantener su independencia intelectual, dado que la oferta se hacía a condición de no contradecir la fe cristiana.
En 1675 finaliza su obra más importante, la Ética, y viaja a Amsterdam con el fin de publicarla, pero, debido al clima de persecución política tras el ascenso al poder de Guillermo III de Orange, decide dejarla inédita (será publicada tras su muerte).
En 1676 recibe la visita de Leibniz, con el que discute sobre su Ética. No obstante, Leibniz se cuidó de hacer pública su entrevista con Spinoza, por miedo a ser relacionado con un pensador considerado perverso y ateo.
Spinoza murió en su casa de La Haya el 21 de febrero de 1677, a la edad de 44 años, a consecuencia de una enfermedad pulmonar que padecía desde su juventud (y agravada por la inhalación del polvo del vidrio de las lentes que tallaba), posiblemente en la presencia de su amigo y médico Lodewijk Meyer.
Spinoza ha pasado a la historia como un filósofo tranquilo y equilibrado, desapasionado y amable, para quien la labor de un filósofo no consistía en reír ni en llorar, sino en comprender. Aunque tuvo un amplio círculo de amistades, y participó en la vida social y política de la Holanda de su tiempo, vivió siempre sólo, no se casó ni tuvo hijos, y pese a que no gustaba de polémicas ni enfrentamientos, mantuvo su independencia intelectual como su principal valor moral.