Por José Romero
3. Modo de producción. Base y superestructura
3.2 La base económica. Crítica del economicismo
La base económica de un modo de producción está compuesta por la unidad de dos elementos: las Fuerzas Productivas y las Relaciones de Producción.
Se definen las Fuerzas Productivas como la capacidad o potencialidad productiva social, que está a su vez formada por dos elementos: la Fuerza de Trabajo (los trabajadores), y los Medios de Producción (herramientas, fábricas, minas, campos, etc.). Las clases sociales se definen en función de su relación de propiedad o no-propiedad respecto a los medios de producción. En todo Modo de Producción en el que existe la propiedad privada de los Medios de Producción, las Relaciones de Producción se definen como el proceso mediante el que la clase poseedora de los medios de producción (la burguesía en el capitalismo) se apropia del excedente producido por los trabajadores directos (proletariado o clase obrera asalariada en el capitalismo).
Althusser defendía la tesis de la primacía de las relaciones de producción sobre las fuerzas productivas según la cual es la lucha de clases lo que posibilita el paso de un modo de producción a otro, frente a las tesis que llamaba "economicistas", según las cuales, es el desarrollo de las fuerzas productivas el que posibilita el paso de un modo de producción a otro. Según el "economicismo", la transición del capitalismo al socialismo sería el resultado de la solución de la contradicción entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción capitalistas. Para los economicistas, el capitalismo impulsa un desarrollo indefinido de las fuerzas productivas que no puede ser soportado por sus relaciones de producción. En consecuencia, bastaría dejar que las fuerzas productivas se desarrollen lo suficiente para superar pacíficamente las relaciones de producción capitalistas, esto es, abolir el trabajo asalariado e instaurar el socialismo.
Se podría escribir la Historia del movimiento obrero marxista, considerando la respuesta que se ha dado a la cuestión: en la unidad de las Fuerzas Productivas / Relaciones de Producción, ¿cual es el elemento al que dar teórica y políticamente la primacía?
Unos respondieron (en sus textos y sus actos): hay que dar la primacía a las Fuerzas Productivas. Se trata de la mayor parte de los líderes de la II Internacional, Bernstein y Kautsky en cabeza de una parte, y Stalin de otra parte.
Otros respondieron (en sus textos y sus actos): hay que dar la primacía a las Relaciones de Producción. Se trata de Lenin y Mao. No es por casualidad que Lenin y Mao condujeron a sus partidos comunistas a la victoria de la Revolución
(Sobre la reproducción, 1970)
Althusser afirmaba que las tesis economicistas (común a los partidos socialistas de la II Internacional y al marxismo soviético) están basadas en una concepción hegeliana del marxismo, según la cual, el capitalismo se desarrolla según una contradicción "simple": Fuerzas Productivas / Relaciones de Producción. Sin embargo, para Althusser, la contradicción Fuerzas Productivas / Relaciones de Producción está "sobredeterminada" por la superestructura política e ideológica. Esto significa que cuando en una coyuntura dada, el desarrollo de las Fuerzas Productivas entra en contradicción con las Relaciones de Producción (en una crisis económica), la clase capitalista recurre al poder del Estado para resolver esta contradicción en beneficio propio, tanto mediante medidas económicas que hacen pagar la crisis a los asalariados, como por la represión de las protestas sindicales, o, en último recurso, mediante la guerra (tal como ocurrió en las dos guerras mundiales, así como en las guerras coloniales, etc.)
Por ello, para pasar del capitalismo al socialismo, no basta con esperar que el desarrollo de las Fuerzas Productivas entre en contradicción con las Relaciones de Producción (lo que habitualmente llamamos "crisis económicas"), sino que es necesario que la clase obrera tome el poder del Estado de las manos de la burguesía para transformar las Relaciones de Producción (abolir el trabajo asalariado) y así evitar que la burguesía pueda resolver las crisis en su beneficio.
Por ello, Althusser decía que dialéctica marxista no era la inversión de la dialéctica hegeliana, porque la contradicción marxista, a diferencia de la hegeliana, no era "simple", sino "sobredeterminada".