Por José Romero
1. Lucha de clases y marxismo
1.3 Crítica de la economía política. Concepto de plusvalor
La "ruptura epistemológica" no fue sólo con la dialéctica hegeliana, sino también con la economía política de Smith y Ricardo; ruptura de la que surge el concepto de "plusvalor".
La economía política clásica de Smith y Ricardo está basada en la teoría del valor-trabajo, según la cual el valor de cambio (precio) de una mercancía está determinado en última instancia por el tiempo de trabajo socialmente necesario para producirla. Smith y Ricardo hacen extensiva esa definición al valor del salario, al que identificaban como el valor del trabajo realizado durante la jornada laboral por la clase obrera, valor que coincide con el de los medios de subsistencia que consume. Ahora bien, según Althusser, los economistas clásicos no explican por qué el valor del salario coincide con los medios de subsistencia que consume el obrero, puesto que la clase obrera no solo produce lo que consume, sino también los bienes de consumo de los capitalistas, así como los bienes de capital. Ello es debido a que solo tienen en cuenta el proceso de trabajo como producción, pero no se elevan al punto de vista de la reproducción de la relación capital - trabajo asalariado, que sí tiene en cuenta Marx. Ello marca la diferencia entre la economía política de Smith y Ricardo y la teoría de Marx.
Para Marx, al igual que para Smith y Ricardo, el valor del salario es igual al valor de los medios de subsistencia del trabajador, pero no porque el salario sea el precio del resultado del trabajo del obrero, sino porque es el mecanismo mediante el que la burguesía reproduce su monopolio sobre los medios de producción. Pese a que el valor del trabajo producido por la clase obrera es mayor que el de sus medios de consumo, la burguesía sólo paga el valor equivalente de sus medios de consumo al obrero (apropiándose del resto, que sería el plusvalor) con el fin de que no pueda emanciparse adquiriendo los medios de producción (que también produce la clase obrera, pero de los que se apropia la burguesía) y siga siendo obrero asalariado, para así reproducir la relación capital-trabajo asalariado. De ahí, Marx dedujo que el valor del salario no es el del trabajo producido por el obrero, sino el de su capacidad o fuerza de trabajo.
La economía política clásica ha "producido" (como lo dirá Engels en el prefacio al libro II, la química flogística "produce" el oxígeno y la economía clásica "produce" el plusvalor) una respuesta justa: el valor del "trabajo" es igual al valor de los medios de subsistencia necesarios para la reproducción del "trabajo". Una respuesta justa es una respuesta justa. Cualquiera de los lectores "clásicos" anota un tanto a Smith y otro a Ricardo y pasa adelante, a otras comprobaciones. No así Marx, quien ha sido capaz de darse cuenta de la propiedad singular de esta respuesta: la respuesta justa a una pregunta que presenta como único defecto el de no haber sido planteada.
La pregunta inicial tal como la formulaba el texto de la economía clásica era: ¿cuál es el valor del trabajo? La respuesta, reducida a su estricto contenido rigurosamente defendible, en el texto mismo donde la produce la economía clásica, se escribe así: "El valor de ... trabajo es igual al valor de los medios de subsistencia necesarios para el mantenimiento y la reproducción de ... trabajo". (...) Pero esta frase no quiere decir nada: ¿Qué es la manutención del "trabajo'? Se podría pensar que basta remplazar una palabra al final de la respuesta: "trabajo" por "trabajador" para que la cuestión quede solucionada.
"El valor del trabajo es igual al valor de los medios necesarios para el mantenimiento y la reproducción del trabajador." Pero como el trabajador no es el trabajo, el término final de la frase desentona con el término del comienzo: no tienen el mismo contenido y la ecuación no puede escribirse, porque lo que se compra con el salario no es el trabajador, sino su "trabajo". Y esta primera expresión "trabajo" ¿cómo situarla en la segunda: "el trabajador"? Hay, por lo tanto, en el propio enunciado de la frase precisamente a nivel del término "trabajo", al comienzo de la respuesta y al final de la respuesta, algo que falta, y lo que falta está rigurosamente designado por la función de los mismos términos en la frase entera. (...) La respuesta se torna en: "El valor de la fuerza de trabajo es igual al valor de las subsistencias necesarias para el mantenimiento y la reproducción de la fuerza de trabajo", y su pregunta se produce entonces en la forma siguiente: "¿cuál es el valor de la fuerza de trabajo?".
(Para leer El Capital, 1965).
Así, para Marx, la jornada de trabajo se divide en dos partes. En una primera parte, llamada "trabajo necesario", la clase obrera produce sus medios de subsistencia, en una segunda parte, llamada "trabajo excedente", la clase obrera produce los medios de subsistencia de la burguesía así como repone el desgaste de los medios de producción sobre los que trabaja y produce nuevos medios de producción. La burguesía o clase capitalista paga al proletariado o clase obrera, en forma de salario, sólo el valor equivalente al tiempo de trabajo necesario, (manteniéndolo, por tanto, en una escasez relativa), y se apropia del valor del tiempo de trabajo excedente, al que Marx llama "plusvalor" (o valor excedente, que es la base del beneficio capitalista). De modo que el valor del salario está determinado por la relación social entre burguesía y clase obrera asalariada.